En estado de Chöck!: Hórridas esculturas de Patricia Piccinini

El trabajo de Patricia Piccinini es simplemente increíble, la artista cuenta en varias entrevistas que le encanta que las personas empiecen a idear sobre su trabajo al ver sus esculturas llenas de fuerza y expresión.

Patricia Piccinini con sus obras plásticas deja a cualquiera boquiabierto, su trabajo no solo consiste en la escultura, ella estudió primero Economía y después pasó a graduarse en la Academia de Bellas Artes en Melbourne especializándose en el dibujo, pero ha demostrado que puede recorrer los caminos del arte que se proponga; dibujo, escultura, fotografía y videoinstalación.

Sus trabajos que compartiré traen consigo el tema de la biotecnología, pero enfocado a los errores que ésta pueda cometer, y con ello se nos

propone la cuestión a cerca de lo que se supone que la ciencia deba hacer con el paradigma de sus ensayos desacertados; dónde y qué hacer con ellos dejando abiertas las posibilidades en cada una de sus obras, que son sin duda alguna un delicioso cóctel hórrido de una asombrosa belleza, y el planteamiento de un futuro no muy lejano, tal vez.

Con tanta tecnología que el hombre absorbe con mucha facilidad, dependencia consecuente y desmedida que no solo afecta la cotidianeidad sino que a la par afecta el cuerpo como tal; ahora son trasplantes, inyecciones anti-envejecimiento; también estamos elaborando más tecnología basada en células madre, y vacunas a base de nanotecnología; es así como poco a poco vamos traspasando los límites de la "moral", de lo natural, y la sana convivencia. Sin embargo, esto también nos lleva quizá, a contemplar algún otro estilo de vida el cual no tenemos programado a futuro mentalmente, pero que pudiera ocurrir, ese estilo de vida que surge del ensayo equivocado que juega el científico al querer ser Dios (dejando atrás el odioso arquetipo religioso).

Patricia Piccinini propone algo innovador y lleva al espectador a otro mundo, un espectador aburrido de ver obras con cuestiones artísticas ya resueltas, de la vieja escuela, que vemos en los museos una y otra vez, y nos abre una ventana al porvenir de un mundo que estamos viviendo a través del arte. Y no sé, pero sus esculturas tienen muchísima más humanidad que la humanidad misma en estos días, y nosotros en realidad somos los monstros, los errores de la naturaleza, el experimento fallido de un Dios o un Demonio de creaciones efímeras.

Así que basta de tanto bla bla sin sentido esperando que algún día traigan esta exposición a México (aunque muchos lerdos tal vez quemarían el museo porque atenta contra sus ideas), y vayamos al grano de una vez por todas:

"The Long Awaited"